Artifex vitae artifex sui
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
Porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales coseché siempre rosas.
...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
Amado Nervo
jueves, 31 de enero de 2008
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2 comentarios:
Hola María, qué lindo este blog!
ya me lo guardo en mi navegador y lo adhiero a mis enlaces.
Gracias por tu comentario en mi blog, poco a poco irán volviendo los haikús dado que tomé la decisión de unificar todos los blogs que tenía pues me llevaban demasiado tiempo.
Espero regreses pronto.
Un abrazo!!!!!!!!!!
Gracias Wilhemina.
Un beso
Maria
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