22-11-2006
Me ahogo en el mar de la tristeza.
Voló el gorrión en busca de su hembra.
Quedó vacío el nido de mi vientre,
la carne de mi carne que engendré.
Abrazo a la distancia en su lugar.
Beso el rostro de un retrato enmarcado,
que inmutable me mira fijamente.
La impotencia que siento me exaspera.
Engatuso a mi mente en el tiempo:
permanece en desorden su habitación...
las colillas de cigarro siguen en el piso...
aquel dibujo que pintó en la pared...
sus fantasmas bailan con los míos...
¿Que cómo me sentiré mañana?:
¡mañana será otro día!
©SKORPIONA
viernes, 14 de diciembre de 2007
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